Los peces son mascotas muy sensibles y por ello, es muy importante mantener limpia la pecera para poder darles una mejor calidad de vida. Si quieres aprender cuáles son los mejores tips para cómo limpiar una pecera a continuación te contamos los más importantes para que los puedas poner en práctica
Limpiar el interior
La manera más adecuada de hacerlo, no es vaciándose por completo ni cambiando los peces de lugar a menos de que sea necesario, ya que un cambio brusco podría llegar incluso a matarlos. El punto más importante es limpiar profundamente todo lo que esté colocado en el interior de la pecera y mantener la misma en condiciones óptimas para evitar el malestar de los peces.
Evitar el uso de detergentes
Está determinadamente prohibido el uso de detergentes u otros productos de limpieza, ya que pueden dañar severamente la calidad de vida de los pececitos, de hecho, existen limpiadores especiales para peceras que permiten a los peces alimentarse de los deshechos que ha dejado luego de limpiar el acuario.
Limpieza del filtro
Recordá que como el acuario lleva un filtro, éste deberá estar limpio siempre y no sólo cuando se cambia el agua. Además, tendrás que limpiar los adornos (cuyos elementos ideales son agua y una esponjita sin producto), el sustrato y quitar las algas que se encuentren junto con cualquier resto de comida u hojas que veas flotando a tu alrededor.
Limpiar el agua de forma paulatina
En el momento de cambiar el agua, lo ideal sería que lo hagas de forma paulatina, ya que no pasa nada si no has conseguido retirar toda el agua sucia. Al momento de volver a colocar todos los adornos, volvé a añadir agua para recuperar el nivel inicial indicado para la cantidad de peces que vivan allí, de forma lenta y poco invasiva para que no molestes a los peces que viven allí, ya que se trata de su hogar y cualquier disturbio puede alterarlos y provocar serios problemas.
Medir la cantidad de agua
Por último, recordá que la cantidad de agua de la pecera dependerá de la cantidad de peces que conviven en ella y con qué frecuencia la limpies, ya que, por ejemplo, si la limpias cada semana sólo deberás cambiar un 15% del agua, mientras que, si la limpias cada dos o tres, será de un 25%.
