Si bien los gatos suelen ser bastante rebeldes, también pueden aprender trucos que seguro harán que la convivencia sea mucho más divertida y que se cree un vínculo entre el gato y su dueño. Pero… ¿Qué les podemos enseñar? En esta nota aprenderás tres trucos para enseñarle a un gato y poder pasar un excelente momento con tu amigo felino.
¡Dame la patita!
El sueño de todo dueño es que su mascota le dé la patita y, aunque es una práctica común en los perros, los gatos no se quedan atrás. Sólo debes evitar las distracciones y elegir una palabra clave para que sea asociada a la acción. Luego, simplemente escoge un premio que le guste como un refuerzo positivo y ofreceselo cuando obedezca con la llamada.
Deberás practicar los pasos durante varios días hasta que el gato entienda que debe dar la patita si quiere un premio.
Ir por un juguete
Este juego es bastante sencillo, ya que consiste en indicarle a tu gato que debe buscar y traer objetos y, de hecho, es uno de los mejores trucos que podés enseñarle.
Es uno de los trucos para enseñarle a un gato más simple:
- Escoge un juguete y enseñaselo para que lo huela y lo reconozca.
- Luego tiralo lo más lejos que puedas para que vaya corriendo tras él y, aunque seguramente no lo tomará, tu sí lo harás hasta que aprenda que debe “quitartelo”.
- Haz este ejercicio varias veces para que el gato comprenda que deberá ir tras él cuando quieras jugar.
¡Ven, gatito!
¡Si! tu gato reconoce su nombre y podés enseñarle a venir cuando lo estás llamando. Como todo truco, tiene su chantaje de golosina pero sí que vale la pena intentarlo, ya que tendrás el total poder de dónde está.
Tené en cuenta de que cada vez que lo llames deberá sonar como una orden y no como una súplica, el gato deberá entender que tiene que obedecer si quiere su premio y tus felicitaciones por haber cumplido el desafío. Eso sí, no abuses de su paciencia, ya que los gatos se aburren con facilidad y no tienen mucho poder de concentración, pero si lo intentas de a periodos, lograrás que el gato te haga caso y vaya cuando lo estés llamando donde sea que te encuentres.
Ahora que ya sabes los mejores trucos para enseñarle a un gato, ¿qué esperas para intentarlo con el tuyo?
