¿Cómo es la diabetes en perros y gatos?

La diabetes es una patología endocrina que puede afectar a perros y gatos, está dada por un déficit de producción de insulina por parte del páncreas, que es una hormona que el cuerpo utiliza para regular la cantidad de glucosa en la sangre.

Esta enfermedad aparece cada vez con más frecuencia en nuestros animales de compañía, si bien no es mortal (si se diagnostica y se trata de manera adecuada), sí implica cambios en la rutina del perro o gato y de sus tutores, ya que requiere cuidados especiales. Existen principalmente 2 tipos de diabetes mellitus, la tipo I que afecta a los perros y la tipo II que afecta a los gatos, sin embargo se pueden llegar a encontrar otras causas que pueden generar la patología de forma secundaria.

  • Diabetes mellitus tipo I: Ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina para que el organismo utilice la glucosa. Por lo tanto, el perro se convierte en insulinodependiente, es decir, necesitará la administración periódica de insulina durante toda su vida. Es el tipo más frecuente de diabetes.
  • Diabetes mellitus tipo II: en este tipo el páncreas si puede producir  insulina aunque de manera no 100% eficiente, pero esta no puede ser empleada para introducir la glucosa en las células o el cuerpo se hace resistente a ella y no puede utilizarla. Es más habitual en seres humanos y gatos que en perros.
  • Diabetes gestacional.
  • Diabetes por otras causas: genéticas, enfermedades pancreáticas, otro tipo de endocrinopatías o inducida por fármacos.

Principales factores de riesgo

Los principales factores de riesgo en los perros y gatos es la obesidad, relacionada con dos problemas: falta de ejercicio físico y dieta inadecuada para la especie. El riesgo de desarrollar diabetes depende de cada animal, suelen ser más vulnerables los pacientes senior (de 8 años en adelante), en perros, las hembras suelen padecer más la patología y en gatos se presenta más en machos, en los 2 casos la mayor incidencia es en animales con sobrepeso. Por otro lado, hay razas mas predispuestas como Caniche, Teckel, Pinscher, Westy, Schnauzer, los gatos de raza Birmana tienen un riesgo mayor por motivos hereditarios. También pueden provocar resistencia a la insulina otras enfermedades, como la acromegalia (un exceso de la hormona del crecimiento), la enfermedad de Cushing (demasiada cortisona de producción propia), una pancreatitis, hígado graso, hipertiroidismo, enfermedad renal o neoplasias. El riesgo también aumenta en los animales que están siendo tratados con corticosteroides en altas dosis o en tratamientos prolongados.

Síntomas y diagnostico de la diabetes en perros y gatos

Normalmente, la diabetes se detecta cuando el perro o gato ya lleva un tiempo padeciéndola. Los principales síntomas son los que se asocian al conocido como síndrome PPP: poliuria (el animal orina en exceso), polidipsia (bebe más agua de lo normal) y polifagia (come mucho), sin embargo este síndrome no es exclusivo de diabetes, pero ante la aparición de estos síntomas es necesario acudir con nuestro veterinario de cabecera ya que se deben realizar estudios para descartar diferentes patologías. Existen síntomas más leves que también pueden ser alarmantes como la pérdida de peso, letargo (el animal tenderá a mostrarse menos activo de lo normal) o alteraciones en el pelaje, en los gatos se puede encontrar también que el animal camina sobre los talones en lugar de los dedos de los pies (conocida como postura «plantígrada»).

El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre donde la detección de valores elevados de glucosa en la sangre y la presencia de esta también en la orina nos darán el diagnóstico más certero, sin embargo los gatos son particularmente propensos a incrementar sus niveles de glucosa en situaciones de estrés, por lo que un análisis de sangre puntual que muestre un aumento del azúcar no basta para su diagnóstico, por esto suele complementarse con un test de fructosamina (una especie de glucosa de larga duración), la cual indica los niveles de azúcar en las últimas semanas. Es importante hacer estudios para descartar otras patologías como enfermedad de Cushing, test de lipasa pancreática, prueba de supresión de la hormona de crecimiento, lipidograma, ecografía abdominal, entre otros, ya que existen otras enfermedades que pueden provocar resistencia a la insulina.
Una vez que se tiene el diagnóstico confirmado se debe realizar el tratamiento más adecuado con el médico veterinario, preferiblemente con un especialista en endocrinología. Esto dependerá si diabetes mellitus tipo I o tipo II. La primera solo se trata con administración de insulina, es decir, midiendo con regularidad el nivel de glucemia para pautar una dosis “adicional” de insulina administrada que permita que el animal disponga de suficiente insulina en el organismo, esto se realiza de por vida en el paciente. En la tipo II se puede tratar modificando los hábitos (ejercicio y alimentación) en el paciente. En ocasiones es necesario combinar estos cambios con la administración puntual y controlada de insulina solo por un tiempo determinado. Esta enfermedad tiene cuatro pilares fundamentales para su tratamiento: dieta, ejercicio, medicación y monitorización.

perro en veterinaria

¿Cómo se trata la diabetes en perros y gatos?

En los pacientes diabéticos se deberá determinar inicialmente cuál es su peso ideal y así trazar objetivos según el estado corporal en el que se encuentre el perro o gato. Los alimentos ricos en almidón especialmente, como el arroz o la papa, deben evitarse por aumentar de forma brusca los niveles de glucosa en sangre después de comer debido a su rápida digestión. Las grasas, puede generar lo contrario que los hidratos de carbono, una ralentización del pico de glucosa después de comer, lo que dificulta también el control de la glucemia. Las dietas que deben consumir tienen restricción energética del 20 al 30%, son bajas en carbohidratos, altas en proteínas de buena calidad y valor biológico y bajas en grasas, además de ser ricas en fibras naturales. Las proteínas van a ser la fuente más importante de energía en este caso, la cantidad de la misma debe ser igual que en un perro sano incluso mayor, debido a que el resto de nutrientes deben estar en proporciones más limitadas. Además, que serán las que eviten la pérdida de masa muscular y almacenamiento excesivo de grasas en nuestro perro o gato.
Hoy en día existen alimentos medicados prescriptos para diabetes, sin embargo hay alimentos no medicados que cumplen con estas características (alimentos light, control de peso, para esterilizados) y funcionan de manera adecuada, así mismo las dietas naturales pueden ser una opción si están adaptadas a la patología y formuladas por un especialista. Siempre el médico veterinario debe hacer un acompañamiento para ayudar a elegir cuál será el alimento más adecuado según cada paciente. 

El especialista nos ayuda en estos casos a determinar las dosis de insulina, en que horarios administrarlas y cuantas veces por día, así mismo sera quien nos indique con que frecuencia debe comer el animal, en algunos casos es solo 2  veces al día y en otros se pide que sean pequeñas porciones varias veces al día, aquí es donde comederos interactivos o juguetes dispensadores pueden ayudarnos para administrar pequeñas porciones mientras nuestro peludo se distrae y se mueve un poco para ayudar a combatir el sedentarismo también.

Una buena rutina de ejercicio es imprescindible para todos los perros y gatos diabéticos, sin excepción: tanto para los que sufren de obesidad como para los que se encuentran en su peso. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo, lo que favorece la absorción de la insulina, por otro lado gracias a esto, consumirán energía y evitarán el riesgo de hiperglucemia, es importante destacar que un exceso de ejercicio o una rutina mal diseñada puede hacer que nos pasemos y se pueda producir lo contrario, una hipoglucemia. Con los felinos nos toca tener más creatividad dentro de casa para ayudarlos a hacer ejercicio, las cañitas o juguetes que los ayuden a moverse serán grandes aliados, así mismo como los juguetes dispensadores de comida, lo cual lleva  a tener un refuerzo positivo, por otro lado los gatos disfrutan las alturas, tener un gimnasio bien sea de piso o de pared, favorecerá el movimiento del animal y le generar enriquecimiento de su ambiente.

Un comentario

  1. Hola. Sólo quería comentar que me parece de muy mal gusto recibir un mail con el asunto : «Sabías que xx puede tener diabetes?». Marketing cero.

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