¿Sabías que los gatitos, al igual que los humanos, pueden tener asma? Es increíble pero si, y es que, aunque pensemos que nuestro felino tiene siete vidas y que se lleva a todo por delante con sus suaves patas acolchonadas, esta enfermedad no distingue entre animalitos y personas.

Pero… ¿Qué es exactamente el asma en gatos?
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica y recidivante que afecta los bronquios de los gatitos. Si es detectada en forma temprana y tratada en forma adecuada por un veterinario, suele tener muy buen pronóstico y llegar siempre a buen puerto. Sin embargo, puede también ser una urgencia que ponga en riesgo la vida de nuestro gato.
Lo que sucede cuando un michi tiene asma, a grandes rasgos, es que los bronquios se contraen y se inflaman, lo que provoca la dificultad para respirar.
Síntomas del asma en gatos
Ahora bien, con esta información, debemos identificar cuáles son los síntomas más habituales de esta dolencia para poder captarlos en nuestros gatos. ¡Pero no te preocupes!, aquí te pasamos la lista completa:
- Dificultad respiratoria (Disnea).
- Tos moderada a intensa, es muy común confundir la tos con la expulsión de las bolas de pelo. El animal suele estirar el cuello, inclina la cabeza hacia abajo y tiene espasmos, como si quisiera sacar algo que tiene atragantado, pero sin lograrlo.
- Respiración más rápida de lo habitual y superficial.
- Silbidos o ruidos al respirar.
- Respiración a boca abierta.
- Mucosas azules (Cianosis),
- Apatía, cansancio o intolerancia al ejercicio.
¡Posdata! Si bien estos síntomas pueden ser signos de un principio de asma, debemos observar a nuestro felino y llevarlo al veterinario de inmediato para que observe con atención su comportamiento y pueda darnos un diagnóstico más certero.
¿Cómo puedo evitar el asma de mi gatito?
Según los expertos veterinarios, la gran clave es intentar disminuir los factores que pueden desencadenar o empeorar este tipo de reacciones en el organismo. Las recomendaciones más usuales a seguir son muy sencillas y pueden modificar enormemente la calidad de vida del gato:
- Evitar las bandejas sanitarias cerradas y la utilización de arena que produzca mucho polvo.
- Evitar su exposición al humo del tabaco.
- Evitar el uso de aerosoles, sprays ambientales, inciensos o similares.
- Ventilar los ambientes.
- Aspirar y pasar trapos húmedos, en lugar de un plumero o un trapo seco.
- Evitar el sobrepeso de nuestro gato.
Recordá siempre que las visitas regulares al veterinario son indispensables para la vida de nuestro gatito, ya que un diagnóstico certero, hace a un felino mucho más saludable. Sin embargo, sí debes saber que se deben descartar todas las patologías inflamatorias antes de comenzar un tratamiento por asma.
Es muy importante recordar que las lesiones que produce esta enfermedad pueden agravarse con el tiempo, por lo que es vital actuar lo antes posible.

Escrito por Inés Rosatti, veterinaria (MN 9218).
Veterinaria ( UBA ) – Posgrado 1 y 2 Medicina Felina ( Vetes web )
Especialista en Medicina Felina.